
El día que nació Violeta no pasó nada especial, sólo que quería nacer pero no sabía como...Llegaron a mis manos unos retales de fieltro con los que comencé a imaginar. Violeta quería ser una chica diferente, graciosa y coqueta...al menos así me lo susurró antes de nacer. Por eso cogí la pluma, el papel y...de pronto ya tenía unos patrones; un cabello a lo Audrey Hepburn, collares de perlas, y mucho cariño para crear a Violeta la Coqueta. Así es como la llaman sus vecinos, y no es para menos...
En los días de lluvia le gusta chafar los charcos, bailar bajo las gotas de agua y presumir de sus botas y paragüas de lunares violetas. ¿ He dicho Violeta? Sí claro, siempre le gusta llevar un complemento de ese color.